Cuando tocamos o presionamos la palma de la mano del bebé, el
reflejo hará que se cierren los dedos. Es un reflejo que aparece a las 11
semanas de gestación y debería integrarse antes de los 3 - 4 meses de vida.
El reflejo palmar se relaciona
con el de succión (Babkin) por lo que siempre que tengamos uno presente es
posible que el otro lo acompañe y será importante trabajar los dos a la vez.
Si el reflejo palmar no se ha
integrado el niño tendrá poca destreza manual, dificultad para realizar la
pinza, lo que provocará que no coja el lápiz de manera adecuada, la palma de la
mano puede ser hipersensible por lo que no le gustará jugar con la arena o
tocar determinados tejidos. Al combinarse con la respuesta Babkin
el niño moverá la boca o sacará la lengua al realizar un esfuerzo manual como
escribir o recortar y puede presentar dificultades en el habla.
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