lunes, 4 de febrero de 2013

Reflejo Tónico Laberíntico


Se puede dar de dos maneras: en extensión o en flexión

En flexión, se produce cuando la cabeza se inclina hacia delante, entonces las piernas se flexionan provocando que el niño se coloque en posición fetal. Se desarrolla en el útero, porque es la posición que tiene el niño todo ese tiempo y se integra aproximadamente a los 4 meses de vida.

Cuando la cabeza del bebé entra en el canal del parto sube la cabeza y eso provoca la extensión de todo el cuerpo, por eso aparece en el nacimiento y se integra progresivamente desde las 6 semanas hasta los 3 años de vida. Este es el reflejo tónico laberíntico en extensión.

Como es un reflejo de origen vestibular está unido al reflejo de Moro en los primeros meses de vida. Este reflejo ayuda a que el recién nacido se relacione con la gravedad, por lo tanto ayuda al equilibrio y mejora el tono muscular y la propiocepción.

La no integración de este reflejo provocará una mala postura cuando el niño está sentado, problemas de tono muscular, débil en el cuello y articulaciones y tenso en las piernas, lo que les puede llevar a andar de puntillas, tener mal equilibrio, especialmente al mirar hacia arriba o hacia abajo, mareos en medios de transporte, ser malo en deportes y actividades de coordinación, dificultad en tareas de percepción visual y orientación espacial en el papel, incluso tendencia al estrabismo, por problemas en los músculos oculomotores, pobre sentido del tiempo y la organización y poca habilidad para realizar tareas secuenciales.

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